Publicado el 14 de mar, 2023

Tomás Lavín: Del Basket Escolar UC a la primera división de Chile

Por Patricio Espinoza.

El Deporte Escolar UC ha servido por muchos años como una instancia de competencia y entretención para los estudiantes en representación de sus colegios. Para muchos de ellos a futuro termina siendo una gran experiencia en sus vidas, donde el deporte pasa a ser hobby o algo en segundo plano, y para otros se hace algo esencial, como su trabajo. 

Una de estas historias es la de Tomás Lavín, de 22 años, y basquetbolista profesional del equipo Español de Talca, de la primera división chilena y uno de los más relevantes de la liga. Ahí se desempeña como base, disfrutando la oportunidad que tiene de trabajar su pasión. 

Su historia, pese a su corta edad, es la de un joven lleno de sueños y resiliencia, que ha vivido momentos duros, pero ha sabido seguir adelante. En algún momento fue deportista escolar y disputó la Copa UC con el colegio San Marcos y el San Ignacio Alonso de Ovalle.  

Quisimos saber más de su vida y por eso conversamos con él. Esta es su entrevista. 

Tomás, además del basket, ¿practicas algún otro deporte? 

En este momento no, pero pasé por muchos cuando era chico. Fútbol, tenis, atletismo. Ahora, como más profesional, estoy cien por ciento dedicado al basket. El fútbol a veces lo hago de hobby, como en pichangas con los amigos, pero poco, por el riesgo de las lesiones. 

Háblanos de tu origen como deportista ¿A qué edad y como empezaste? 

Desde chiquitito mis papás me inculcaron al deporte. Los dos son profesores de educación física. Partí en el colegio con el fútbol y como mis papás eran profesores de basket y mi hermano también jugaba basket, también iba todos los fines de semana a verlo y ahí yo jugaba en los entre tiempos, aunque yo jugaba más fútbol. 

¿Por qué escogiste el básquetbol? 

Siempre fue un tema para mí, el basket y fútbol, iban a la par. Cuando yo me cambio del Colegio San Marcos (en el que fue campeón en ascenso), donde también jugaba la copa de la Católica, al San Ignacio Alonso de Ovalle, el entrenamiento del fútbol y basket eran como al mismo horario. Entonces yo ahí decidí estar en el basket solamente. 

Tomás Lavín en el Colegio San Marcos jugando la Copa UC en básquetbol.

¿Por qué te cambiaste al San Ignacio? 

Había cupos para deportistas y además el entrenador era conocido de mis papás, entonces era el mejor camino. Siempre se sabía que el San Ignacio tenía buenos jugadores y estaba en varias competencias.  

Cuéntanos de tu etapa escolar, en lo académico y deportivo, ¿cómo fue ser parte del San Ignacio Alonso de Ovalle?  

Fue uno de mis mejores momentos como deportista. La dinámica siempre fue estar entre el colegio y el club. Además, mientras estaba en el San Ignacio estuve en proceso de selecciones. Estuve en casi todos, pero no me dejaron al final (comenta entre risas). 

Con mis compañeros de curso sigo teniendo contacto. Somos superunidos. Con los de basket también tengo algunos como Simón Salgado y Vicente Molina. Con ellos sigo teniendo contacto y una relación supersana. 

Tomás Lavín en el Colegio San Ignacio Alonso de Ovalle jugando la Copa UC en básquetbol.

¿Qué momentos atesoras de tu paso como deportista escolar? 

Hubo un momento en el que estuve en el colegio y luego de eso me fui a Argentina unos seis meses. Después volví y pude jugar una final frente al Verbo Divino. Llegamos a jugar esa Copa UC en la categoría infantil y estuvo muy buena la verdad, la ganamos. También recuerdo haber perdido una final frente al Verbo para ir a un mundial. Eran clásicos. 

Recuerdo también una final que perdimos contra Alonso de Ercilla. Habíamos ganado todo el año, le habíamos ganado a todos y perdimos.  

Después de salir de cuarto medio, ¿empezaste a estudiar alguna carrera o te dedicaste de lleno al basket? 

Me costó mucho porque yo en cuarto medio tuve una lesión grave, me corté los ligamentos cruzados. Ahí me costó como un año y medio volver. Me costó mucho entrar en la misma confianza que tenía antes. Me daba miedo hacer roces, choques, estuve mucho tiempo así. 

Yo salí del colegio, estuve todo ese año sabático en lo que me costó volver al reintegro. Después estuve en el Club Providencia jugando. Jugué dos Domani por Providencia, pero igual me costaba. Era muy irregular, había partidos en los que lo hacía muy bien y otros en los que no podía. No me sentía seguro conmigo mismo.  

Tomás Lavín jugando el Club Providencia.

Cuéntanos de tu carrera en el basket profesional. ¿Dónde empezaste y por donde has pasado? 

Yo me fui a vivir a San Fernando donde entrenaba porque sabía que en algún momento iba a pasar algo. De ahí llegué a Quilicura donde estuve toda una temporada. Esa fue mi primera experiencia a nivel profesional en Chile. 

Después vino Tomás Loren de San Fernando. Salió la idea de liga de desarrollo, donde conseguimos el cupo a la segunda división. Ahí el año pasado estuve todo el primer semestre y también me lesioné. Estuve como seis meses con esguinces, entonces decidí dejar de jugar un tiempo porque era mucho lo de las lesiones. 

Ahora se me dio de nuevo la oportunidad de estar en un equipo de primera división que creo es uno de los más importantes del país porque es el máximo ganador. Y gracias a Dios he estado bien y lo he hecho bien. Estuve todo el año entrenando a veces a doble turno. 

¿Cómo has superado mentalmente los traumas de las lesiones y las frustraciones? 

La primera lesión me dejó mucha enseñanza porque me costó mucho volver. Y donde me lesionaba me decía que no podía dejar de jugar y seguía jugando y jugando y me seguía lesionando. Al final todo está en la mente. Decidí parar, volver a recuperarme y partir de cero y para adelante no más (entre risas). 

¿Qué te gustaría hacer en el breve y largo plazo? 

Ahora a corto plazo me gustaría mantenerme haciendo las cosas bien en primera división. Todavía soy joven yo creo y me puedo seguir desarrollando. A largo plazo me veo sacando mi carrera de ingeniería comercial que ya no me queda casi nada. Poder trabajar y dedicarme también al básquetbol, nunca dejándolo de lado. 

Tomás Lavín jugando en el Club Español de Talca.

¿Tienes algún consejo para los jóvenes escolares y deportistas? 

Sean muy fuertes de mente. Porque siempre puede haber en la carrera de un deportista altos y bajos. La cabeza es fundamental en esos momentos, porque si uno está mal, con la mente en otro lado y además está rindiendo mal en el deporte te va a afectar aún más. Pero si uno está mal, pero con la mente positiva y todo el rato con un estado de ánimo superior a los demás, siempre se puede sacar algo positivo, aunque no se estén dando los resultados, siempre hay que estar positivo y que la mente sea más fuerte que lo demás. 

Lo ideal es que tu círculo cercano sea muy positivo también. Siempre estés rodeado de gente que te dé cariño y te quiera. Sobre todo, en el caso que me pasó a mí, que tuve dos lesiones bastante graves, la gente que estaba a mi alrededor fue muy importante. Siempre el apoyo de la familia o la gente que tengas cerca es muy importante. Yo lo valoro mucho.