La atleta estaría esperando un cupo como invitada “Wild Card” para los Juegos Olímpicos de Japón, los cuales serían los segundos que asiste en su carrera como deportista.

Aunque la pandemia ha pegado fuerte en el rubro del deporte ya que se ha visto casi totalmente paralizado, los atletas del Club Deportivo Universidad Católica tienen muchas aspiraciones y sus objetivos muy claros. Valentina Muñoz, nadadora paralímpica y oro en 100 metros espalda en Lima 2019, es un ejemplo del grupo que busca competir en las instalaciones de Tokio 2020, que se realizarán en julio de este año.

La clasificación no ha sido fácil. Luego de ganar el Oro en los Juegos Parapanamericanos de Lima, Valentina compitió en varios torneos que la ayudarían a llegar a su objetivo, sin embargo, su última participación fue en diciembre del 2019 y no logró llegar a la marca que le pedían para clasificar. “Estuve a centésimas de poder pasar y luego llegó la pandemia y no pudimos competir más”, explicó Muñoz. A pesar de esto, le otorgaron una postulación a las invitaciones Wild Card, a la que estaría esperando una respuesta. “Si llegara a poder ir, mi meta es llegar a una final” finalizó.

Durante estos meses de encierro la nadadora aseguró que fue muy duro para ella y para los deportistas en general. En su caso, le afectó directamente porque el no poder nadar le provocó una lesión en su codo que la imposibilitó de poder entrenar como ella hubiese querido. “Me afectó porque por mi discapacidad yo necesito estar nadando constantemente, y mis músculos empezaron a atrofiarse. Pero luego de que tuvimos el permiso, volví a nadar y todo anduvo mejor”, declaró la joven.

Además de estar a la espera de esa respuesta para Tokio 2020, este año Valentina entró a su primer año de Nutrición y Dietética en la Universidad Andrés Bello y ha tenido que combinar los estudios con los entrenamientos. Sobre como ha equilibrado estas dos áreas la nadadora comentó: “el deporte me ha ayudado demasiado, me ayuda mucho a poder desconectarme un poco del estrés del estudio. Estoy en mi mundo y me olvido de todo, ha sido terapia. Me ha costado muchísimo organizarme, porque hay que ser muy ordenado con tus horarios de entrenamiento, horarios de estudio, de clases y también para sociabilizar un poco”.

A la espera de la respuesta para entrar a los juegos, Valentina sigue entrenando semanalmente y ahora se está preparando para el Open World Series de Berlín, que sería un paso para poder clasificar al Mundial de Natación del 2022.